A principios de siglo, los caminos patagónicos tenían “paradores” cada tres leguas. Esos lugares de detención coincidían con arroyos o lagunas, y eventualmente con el reparo del viento, prodigado por barrancas o montecillos de matas grandes donde también había un gran arbusto que pronto fue denominado por los carreteros como la “mata grande” o “el calafate”.
En este solitario paraje se estableció a principios de siglo un rancho de adobe, propiedad del comerciante Armando Guillón, quien se retiró en 1913.
En ese mismo año adquirió el lugar la Familia Pantín, inmigrantes de La Coruña y la familia Freile, instalando un almacén de ramos generales y hospedaje, originando una posta que más tarde se convertiría en el asentamiento poblacional originario de El Calafate.
Por decreto del 7 de diciembre de 1927, el Gobierno Nacional dispuso crear varios nuevos pueblos. La ex Dirección Nacional de Tierras ordena trazar una planta urbana en el valle del arroyo Calafate, al sur del río Santa Cruz sobre el Lago Argentino y en 1930, resolvió que se realice la mensura del pueblo.
En 1946 el Gobernador del Territorio Nacional de Santa Cruz emitió una resolución creando la Comisión de Fomento de Lago Argentino y ya en 1973 fue declarada Municipio la localidad de El Calafate.