La ciudad de Villa Regina fue una de las últimas localidades fundada en el Alto Valle. En su creación mucho tuvo que ver la Compañía Italo Argentina de Colonización (CIAC).
Es en 1924 en el que su único colono hasta entonces, el señor Juan Mión con escasos recursos para la construcción, se instala en una pequeña casa de adobe.
La compania, luego de reunir los recursos necesarios, colonizó el territorio con inmigrantes provenientes de Italia. La organización estaba conducida por el Ing. Felipe Bonoli. El profesional años atrás, en su primer viaje hacia Argentina junto al destacado Ing. César Cipolletti y su familia, conoce el amor en manos de María Benedicta Cipolletti –hija del ingeniero-.
La pobreza reinante en Europa durante la post guerra y posteriormente durante la Segunda Guerra Mundial, provocó un aluvión de inmigrantes, que en poco tiempo poblaron la joven localidad.
Cada nuevo habitante traía consigo un oficio, así el lugar se pobló con hombres capacitados que pronto influyeron en el desarrollo de la ciudad.
La colonización de la localidad en su totalidad se dio en diferentes etapas; la primera fue en 1925 y en ella se asentaron principalmente inmigrantes italianos e italianos provenientes de otras provincias de Argentina; austriacos o colonos provenientes del valle. Estas actividades siempre estaban monitoreadas por la CIAC, quienes organizaban el continuo crecimiento de la villa.
Hacia 1926, durante una segunda etapa, llegó a la zona una nueva ola de inmigrantes italianos, en este momento la mayoría ex combatientes.
Fue recién en 1928, donde la totalidad de las tierras de lo que actualmente se conoce como Villa Regina fueron loteadas.
Poco a poco el espíritu de los ciudadanos se fue arraigando con la creación de instituciones que cimentaron su permanencia en la zona y la de sus futuras generaciones. El vigor de estos pujantes inmigrantes se ve día a día reflejado en las actividades que ponen a esta ciudad como uno de los pilares del valle. Principalmente esto se da a costa del esfuerzo de sus hombres, que con orgullo intentan hacer honor a los laureles ganados en antaño.