Área protegida municipal Paso Córdoba
Se encuentra a pocos kilómetros del centro de la ciudad, tomando hacia el oeste por la Ruta Nacional..
Se encuentra a pocos kilómetros del centro de la ciudad, tomando hacia el oeste por la Ruta Nacional Nº 22 hasta la rotonda de la intersección con la Ruta Provincial Nº 6; allí girando hacia la izquierda tomando la ruta Nº 6 durante unos 10 km. comenzará a alejarse del ruido de la ciudad. El camino le ofrece el esplendor de las chacras en producción que le brindan sombra y aire fresco; con sus plantaciones de frutales de variada índole, pero principalmente las codiciadas manzanas y peras de la zona.
Ya se puede ver el comienzo del área protegida, coronada por el puente Paso Córdoba, que le permitirá cruzar el transparente y caudaloso Río Negro.
Al visitar esta zona, no olvide que se trata de un área protegida y sea respetuoso con el ambiente, es simple, sólo no arroje basura, no dañe la flora ni perturbe a la fauna, haga fuego en los lugares habilitados y asegúrese de apagarlo correctamente. Son unos sencillos pasos con los ustedes se asegura que el día de mañana sus nietos puedan disfrutar como hoy usted tiene la posibilidad.
Club Náutico.
Luego de unos pocos metros de haber cruzado el puente, se encontrará con un camino de ripio a su izquierda, que lo llevará al Club Náutico, antes de llegar al club; al lado derecho del camino, podrá apreciar las ruinas de una casa de adobe, que fue construida por el Sr. Córdoba, quién le da nombre a este lugar.
Una vez recorrido el camino, llegará a la extensa playa de rocas y arena, dependiendo de las características que haya tenido recientemente el caudal del río.
Esta zona es ideal para refrescarse en la costa; tomar unos mates; y por qué no, comer un asadito; también podrá tomar sol; caminar disfrutado del hermoso paisaje contrastante, entre el desierto del monte y la vida que crece en las orillas del curso de agua.
Para los más aventureros, las actividades acuáticas como kayak, remo o bajadas en balsa están al alcance de la mano.
Cañadón Rojo.
Retomando la ruta Nº 6, se ve a mano izquierda, un acceso al denominado Cañadón Rojo.
Debido al suelo particular de intensos colores, que bajo condiciones climáticas de sequía pero a la vez dotadas de cortas e intensas lluvias, es que podrá encontrar una amplia gama de cárcavas y cañadones, que dotan a este lugar de una particular belleza.
Una de estas formaciones más interesantes es la denominadas cañadón rojo. En él se pueden apreciar en un corte longitudinal las diferentes tonalidades de rojos y ocres que posee la tierra. Cada capa rememora una era geológica, teniendo la particularidad de estar dispuestas en posición diagonal.
Debido a que es en los cañadones donde se acumula la mayor cantidad de agua, estas zonas son el refugio ideal para la flora que crece en la zona.
Aprovechando esto, el municipio ha creado un sendero interpretativo de la flora autóctona, señalizado por medio de cartelería las especies existentes.
Valle de la Luna Rojo
Nuevamente en la Ruta Provincial Nº 6, alejándose cada vez más del puente, luego de 4 Km. se encontrará con la capilla de Ceferino Namuncurá.
Desde allí se abren dos caminos opcionales hacia el valle de la luna rojo; uno de ellos es de ripio y apto para vehículos; mientras que el otro es ideal para los amantes de la contemplación, ya que se trata de un sendero de trekking. Durante el trayecto se puede apreciar como la zona, cargada de la vegetación típica de monte comienza a convertirse en un total desierto al llegar al valle de la luna.
Una vez allí podrá advertir las denominadas “tierras malas”, es decir, suelo proveniente de la roca madre, totalmente desprovisto de vegetación, debido a que no posee características nutritivas para la misma. Con su contrastante color rojizo, no lo dejará quitarle los ojos de encima. La intensidad de los colores le relatarán el paso de la historia por el suelo de la región, no sólo a través de los diferentes estratos de la tierra, sino también por la presencia de algunos restos de madera petrificada, y caracoles marinos que son la herencia que queda de “cuando Roca fue mar”.
Allí en el reino del silencio, muchos buscan inspiración. Este suele convertirse en el lugar ideal para sacar el artista que cada uno lleva dentro, ya sea a través de la fotografía, la pintura, el dibujo, o por qué no la música.
Mirador de las Tres cruces
Volviendo a tomar la Ruta Provincial Nº 6, algunos kilómetros hacia el sur, casi al final del área protegida, se encontrará con el camino de ripio que le permite acceder al mirador de las tres cruces.
Desde este mirador puede tener una vista panorámica de todos los elementos que caracterizan a los valles fluviales. Obteniendo, en primer plano una extensa vista del río, pudiendo apreciarse perfectamente su vasto cauce; así como también tendrá una perfecta perspectiva de la zona agrícola de la ciudad, con sus característicos y bien definidos cuadrantes dibujados por las hileras dobles de álamos que protegen a los frutales de los fuertes vientos de Agosto; un poco más a lo lejos, la ciudad; y a modo de barrera natural, en el horizonte, la meseta norte.
Turismo aventura.
Para aquellos que deseen, al menos por unos minutos, dejar de tener los pies sobre la tierra, otra forma ideal de lograr una perfecta vista panorámica de la zona, es a través de la actividad de parapente. Este es uno de los pocos lugares del valle que posee las características necesarias para llevar adelante esta actividad cargada de adrenalina.
Otras actividades que se pueden realizar en los espacios ideales que ofrece Paso Córdoba, son montanbike, tirolesa, rappel, palestra, y por qué no la fascinante pesca deportiva.
Tel. (02941) 423195
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