En Neuquén, la vida late incesante, tejiendo un continuo vaivén entre el día y la noche que invita a sumergirse en un abanico vibrante de actividades. Aquí, en el corazón de la Patagonia, se despliega un centro comercial que no solo es importante, sino también encantador.
Un sin fin de colores que se entremezclan y suben por el faldeos de los cerros, son el manto que cubre a una localidad dueña de innumerables oportunidades de aventura, contemplación o si lo prefiere simplemente paz, como ningún otro lugar le puede ofrecer.